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Cirugía de rodilla mínimamente invasiva en el Baptist Health System

Las rodillas son las articulaciones más grandes de su cuerpo y están compuestas por huesos, cartílagos, meniscos y ligamentos. Un pequeño desgarro, esguince o fractura en la rodilla puede impedirle estar de pie y lo mantendrá alejado de las actividades físicas que disfruta. Si bien cualquier persona puede sufrir una lesión en la rodilla, en mujeres, atletas, los que tienen sobrepeso y los adultos mayores con problemas de equilibrio o artritis el riesgo es más alto.

¿Necesita una cirugía de rodilla mínimamente invasiva?

Para tratar algunas lesiones de rodilla, el método RICE (siglas en inglés que significan reposo, hielo, compresión y elevación) junto con los aparatos ortopédicos y los medicamentos antiinflamatorios pueden ser suficientes para aliviar el dolor, pero se puede recomendar la cirugía si los síntomas persisten. La cirugía no tiene por qué asustar y muchas lesiones de rodilla se pueden tratar con técnicas mínimamente invasivas.

Por ejemplo, la artroscopia de rodilla es un tipo de procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que les permite a los cirujanos realizar la operación a través de una incisión más pequeña que en la cirugía tradicional. Durante este procedimiento, se inserta una pequeña cámara y se le da al cirujano una vista detallada del interior de la rodilla. El cirujano puede entonces navegar mediante pequeños instrumentos quirúrgicos para reparar la articulación dañada. La cirugía mínimamente invasiva tiene varios beneficios, entre ellos menos dolor, menos daño al tejido que rodea la incisión y con frecuencia, un tiempo de recuperación más corto.

La mayoría de los candidatos ideales tienen un peso saludable, se comprometen a participar en la rehabilitación después de la cirugía y tienen un riesgo más bajo de complicaciones de la cirugía.