


HG - Traumatismo de columna vertebral - Principal
Traumatismo de columna vertebral en el [[Hospital Name]]
El traumatismo de la columna vertebral, o una lesión de la médula espinal, es un daño a cualquier parte de la médula espinal o a los nervios que se encuentran al final del canal espinal. Este tipo de lesión provoca con frecuencia cambios permanentes en la fuerza o la sensación y puede afectar las funciones corporales por debajo del sitio de la lesión. Después de una lesión en la médula espinal, la capacidad de un individuo para controlar sus extremidades depende de la ubicación de la lesión y su gravedad.
La gravedad de una lesión de la médula espinal se clasifica como "completa" o "incompleta". Una lesión completa de la médula espinal es aquella en la que toda la sensación y la capacidad de controlar el movimiento se pierden por debajo del sitio de la lesión. Una lesión incompleta de la médula espinal es aquella en la que todavía hay cierta función motriz o sensorial por debajo del área afectada. Una lesión incompleta de la médula espinal tiene diversos grados.
La parálisis que resulta del traumatismo de la columna vertebral puede denominarse “tetraplejia” o “paraplejia”. La tetraplejia también se conoce como cuadriplejia y significa que el brazo, las manos, el tronco, las piernas y los órganos pélvicos se han visto afectados por la lesión en la médula espinal.
El traumatismo espinal de cualquier tipo puede provocar pérdida de movimiento, pérdida o sensación alterada que incluye la incapacidad de sentir calor, frío o tacto, pérdida del control del intestino o la vejiga, reflejos o espasmos exagerados, cambios en la función sexual, sensibilidad o fertilidad, dolor o escozor intenso y dificultad para respirar, toser o eliminar las secreciones de los pulmones.
Cualquier persona que experimente un traumatismo en la cabeza o el cuello debe buscar atención médica inmediata para ser evaluada por una lesión en la médula espinal. Es posible que los signos de traumatismo espinal no sean evidentes de inmediato, por lo que se asume que las víctimas de un accidente han sufrido una lesión en la médula espinal hasta que se demuestre lo contrario. Los signos o síntomas de emergencia de una lesión de la médula espinal después de un accidente pueden incluir dolor o presión extrema en el cuello, la cabeza o la espalda, debilidad, falta de coordinación o parálisis en cualquier parte del cuerpo, entumecimiento, hormigueo o pérdida de sensibilidad en las manos, los pies, los dedos de las manos o de los pies, pérdida del control de la vejiga o el intestino, dificultad para mantener el equilibrio y caminar, dificultad para respirar y una posición extraña o torcida del cuello o de la espalda.